«Un día Matt y yo vimos a una pequeña araña que intentaba sacar un insecto tres veces más grande que ella de un hoyo que había en la arena. La arena estaba seca, y cada vez que la araña remontaba la pendiente, los bordes del hoyo cedían y la araña volvía a caer al fondo. Lo intentaba una y otra vez, sin cambiar de ruta ni aflojar el ritmo. Matt me dijo: “La pregunta es la siguiente, Kate: ¿es muy tozuda o tiene tan poca memoria que olvida lo que ha pasado hace dos segundos y siempre cree que lo está intentando por primera vez?”.
»Estuvimos observándola casi media hora y, al final, para gran alivio nuestro, lo consiguió, así que decidimos que no sólo era muy tozuda, sino también muy lista. »
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