Informe del cardenal Hummes ante la asamblea plenaria de la ONU: El 25% de las víctimas del sida en el mundo son atendidos por la Iglesia.
NUEVA YORK , 23 septiembre 2003 (ZENIT.org).- La Santa Sede renovó este lunes el compromiso de la Iglesia católica a favor de los enfermos de sida, «flagelo del siglo», y pidió medicinas para el tercer mundo, así como campañas de prevención y tratamiento «responsables».
«La Santa Sede, gracias a sus instituciones en el mundo entero, provee 25% de la atención total que se da a las víctimas de VIH/SIDA», afirmó el cardenal Claudio Hummes, O.F.M., arzobispo de Sao Paulo (Brasil) al intervenir la sesión plenaria de las Naciones Unidas dedicada a combatir este virus.
El purpurado, que guió la delegación vaticana en el encuentro, anunció que por medio del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios y diversas organizaciones católicas, «la Santa Sede habrá logrado su objetivo de tener instituciones y programas en funcionamiento en todos los países del África del Sub-Sahara, y de comenzar nuevos en Brasil, Argentina, México, Tailandia y Lituania», que «se suman a los que ya existen en otros países en todo el mundo».
«Ofrecen una amplia gama de servicios, desde campañas de concientización hasta educación para un comportamiento responsable, desde asistencia psicológica hasta apoyo moral, desde centros de nutrición hasta orfanatos, desde tratamiento hospitalario hasta atención a domicilio y en prisiones para enfermos de VIH/SIDA», informó.
El cardenal brasileño recordó asimismo que para coordinar mejor sus actividades, «la Santa Sede ha creado una Comisión Ad Hoc sobre la lucha contra el VIH/SIDA».
«La Comisión intenta expresar su preocupación especial por África del Sub-Sahara, donde el sufrimiento es más intenso, y prestar especial atención a los problemas de estigma y discriminación que acompañan a esta enfermedad, al acceso a tratamiento y atención, a la educación sobre un comportamiento sexual responsable», aclaró Esta educación, explicó ante las delegaciones reunidas en la ONU, incluyen la propuesta de «la abstinencia y la fidelidad matrimonial, y la atención de los huérfanos a causa del VIH/SIDA».
«Por medio de estas nuevas iniciativas –aseguró–, la Santa Sede intenta fortalecer más su compromiso y aumentar su colaboración en la lucha global contra el VIH/SIDA, mientras reafirma su creencia en el valor y el carácter sagrado de toda vida humana».
El cardenal reconoció asimismo los estragos que el virus está provocando entre los niños, «ya sea porque han sido infectados por el virus, el cual les ha sido transmitido al nacer, o porque han quedado huérfanos debido a la muerte prematura de sus padres causada por el SIDA».
«El VIH/SIDA está causando un fuerte aumento de la mortalidad infantil: 3,8 millones de los 19 millones de personas que murieron a causa del SIDA el año pasado eran niños menores de 15 años», reveló.
«Durante las últimas dos décadas, ha dejado huérfanos a más de 14 millones, más de 11 millones de los cuales se encuentran en África del Sub-Sahara. Y, de acuerdo con un cálculo, para el año 2010 en África sola habrá 40 millones de huérfanos a causa del SIDA, el 95% de los cuales será portador del virus», siguió informando.
«Desafortunadamente –siguió explicando–, el costo del tratamiento médico es elevado y a menudo está más allá del alcance no sólo de los pobres sino que también del de la clase media».
Por este motivo, Hummes por una parte aplaudió el acuerdo de la OMC (Organización Mundial del Comercio) que se logró el 30 de agosto de 2003, y que «hará que sea más fácil para los Estados más pobres importar medicamentos genéricos más económicos fabricados según licencia obligatoria».
«Nos atrevemos a esperar que pronto aparezcan expresiones más concretas de voluntad política y valentía moral como ésta», deseó.
«Todos nosotros, como individuos y como comunidad, debemos ser inversores en la noble causa de proteger a los niños y a los jóvenes de la infección del VIH/SIDA y de rescatar a quienes ya son portadores del virus, porque son el futuro de la raza humana», concluyó.
Tomado de Zenit, ZS03092307