Pepe Rodríguez usó un documento falso para escribir «Mentiras fundamentales de la Iglesia católica».
Reproduce la «Taxa Camarae», falsificación a la que llama «punto culminante de la corrupción» «Uno de los puntos culminantes de la corrupción humana». Éstas son las palabras recogidas por el escritor Pepe Rodríguez para definir la llamada «Taxa Camarae», un documento falso atribuido al Papa León X, que el autor de «Mentiras fundamentales de la Iglesia católica» utilizó para la redacción de su libro. Un equipo de investigadores publica hoy, tras meses de trabajo, sus conclusiones sobre dicho texto, citado por Rodríguez sin referencia a ninguna fuente original y que ocupa un lugar preferente entre la propaganda anticatólica actual, confirmando la falsedad de ese «punto culminante de corrupción».
El escritor Pepe Rodríguez utilizó para la redacción de su libro «Mentiras fundamentales de la Iglesia católica» un documento falso. La llamada «Taxa Camarae», definida como «uno de los puntos culminantes de la corrupción humana», y que supuestamente se trataría de una lista publicada por el Papa León X, en la que habrían sido establecidos precios para recibir la absolución de los pecados más horrendos a cambio de dinero, es una falsificación.
Un equipo de investigadores, que cuestionó la autenticidad de la «Taxa» y ha estado indagando desde hace meses sobre el origen de dicho documento, publica hoy en su página web (www.apologetica.org) las conclusiones definitivas de su estudio, en las que se confirma la no-veracidad del texto reproducido por Rodríguez.
En su libro, Pepe Rodríguez atribuye al Pontífice León X (1513-1521) un texto simoniaco en el que quedaran absueltos todo tipo de crímenes, desde abortos a asesinatos de obispos, pasando por violaciones de menores… a condición de pagar a la Santa Sede una cantidad determinada de dinero. En los 35 puntos de dicho documento se pueden leer cosas como: «El que por anticipado quisiera comprar la absolución de todo homicidio accidental que pueda cometer en lo venidero, pagará 168 libras, 15 sueldos» o «el que ahogase a un hijo suyo, pagará 17 libras, 15 sueldos, (…) y si lo mataren el padre y la madre con mutuo consentimiento, pagarán 27 libras, 1 sueldo por la absolución».
Esta «Taxa Camarae» sería, en palabras de Nino Mendoza, del equipo de investigadores de apologetica.org, a LA RAZÓN, «la más disparatada» de entre las muchas ediciones falsificadas que comenzaron a circular, obra de algunos polemistas protestantes cuyo objetivo era desprestigiar a la Iglesia católica. «En efecto -afirma Mendoza- existieron listas de tarifas de la curia romana o catálogos administrativos emanados por los pontífices y autoridades de la curia para indicar el precio que los escribanos de los distintos dicasterios debían aplicar en la elaboración de los documentos donde constaba, oficialmente, la cancelación de sanciones eclesiásticas, con las que se solía penar ciertos pecados de particular gravedad. Estas tarifas auténticas son semejantes a las falsas solamente en la fraseología y en los asuntos que tratan, pero son sustancialmente distintas en cuanto a su naturaleza, y en este sentido nada tienen que ver con la simoniaca Taxa Camarae , que pretende ser una lista de precios para el perdón de los pecados, algo que estaba prohibido expresamente por los pontífices bajo pena de excomunión».
Las conclusiones, publicadas en apologetica.org, llegan tras meses de estudiar decenas de documentos originales, entre los que se encuentran las listas reales de tarifas de la penitenciaría apostólica anteriores y posteriores a León X, los escritos que dicho Papa firmó sobre el perdón de los pecados y las ediciones falsificadas, además de numerosa bibliografía de autores especializados sobre el tema. Una «galería fotográfica» ilustra el trabajo, mostrando en la página web algunos de los documentos usados.
¿Pero de qué original ha tomado Pepe Rodríguez el documento, uno de los pilares de su obra antieclesial, que ha sido citado por numerosos medios de comunicación sin cuestionar su origen? El escritor asegura que la «Taxa» que reproduce en su obra es una traducción hecha por él, de la aparecida en un libro editado en Francia en la primera década de 1900 –aunque no cita de qué obra se trata– y admite que éste no contenía referencia alguna al original del documento simoniaco. Sin embargo y curiosamente, la supuesta traducción del escritor coincide hasta en el más mínimo detalle, desde el estilo hasta el número de caracteres y palabras usado, con la de un panfleto anticlerical de 1936 (asimismo sin referencia a la fuente original) editado en Barcelona, que el propio Rodríguez menciona, y también examinado por los investigadores de apologetica.org.
Éstos pidieron al escritor que demostrase la autenticidad de la «Taxa» citando alguna fuente con referencia al documento original, a lo que Rodríguez, en un alarde de «rigurosidad científica», respondió en internet que es inaccesible por estar «conservada en un lugar oculto de los archivos secretos vaticanos, y custodiada por seis estrictos controles de seguridad, tres de ellos con guardias suizos armados con metralletas». Mendoza, que ha estado investigando en los archivos vaticanos sobre este tema, ha declarado a LA RAZÓN que dicha afirmación no es cierta, pues los archivos secretos están abiertos al público especializado (historiadores, investigadores, docentes universitarios…), y en lo que toca a documentos de la época de la Reforma, no corre ninguna de las restricciones que se aplican en documentos considerados contemporáneos, como sucede en todos los archivos estatales del mundo.