Placer

Si las acciones humanas pueden ser nobles, vergonzosas o indiferentes, lo mismo ocurre con los placeres correspondientes. Hay placeres que derivan de actividades nobles, y otros de vergonzoso origen.

Aristóteles Ignoran cuánto tormento encierra el placer.

Anónimo cristiano del siglo II Es preciso vigilar los deseos del cuerpo, pues el cuerpo pide placeres vanos, efímeros y deplorables, que si no se regulan con gran moderación irán a parar a la sensación opuesta.

Séneca El placer sin moderación se inclina hacia el dolor como hacia un precipicio.

Séneca